Sauce – Tisana

Historia

En lo más profundo del bosque, donde los rayos del sol apenas alcanzaban a filtrarse entre las hojas de los árboles, vivía una joven herbalista llamada Lila. Apasionada por las plantas y sus propiedades curativas, pasaba sus días explorando los senderos del bosque en busca de ingredientes para sus tisanas mágicas.

Un día, mientras recogía bayas silvestres y manzanas maduras, Lila se topó con un campo de rosas en plena floración. Fascinada por su belleza y fragancia, decidió incorporar los pétalos de rosa a una de sus creaciones. De regreso a su cabaña, comenzó a experimentar con una mezcla de frutos del bosque, manzana y los delicados pétalos de rosa.

La tisana resultante era tan encantadora como el bosque mismo. Lila la llamó «Sauce», en honor al sauce llorón que crecía cerca de su cabaña y cuyas ramas parecían danzar al ritmo del viento. Cada sorbo de Sauce era como sumergirse en la frescura del bosque y la dulzura de la naturaleza.

La reputación de la tisana de Lila se extendió rápidamente por el pueblo cercano. Los viajeros cansados y los lugareños agotados acudían a ella en busca de alivio y consuelo. Pronto, su cabaña se convirtió en un refugio para aquellos que buscaban sanar tanto el cuerpo como el espíritu.

A medida que pasaban los días, Lila descubrió que el Sauce tenía un efecto especial en aquellos que lo bebían. No solo calentaba sus cuerpos y aliviaba sus males, sino que también traía consigo una sensación de paz y renovación. La tisana se convirtió en un símbolo de esperanza y curación para todos los que la probaban.

Con el tiempo, Lila se dio cuenta de que su verdadero regalo no era solo su habilidad para crear tisanas, sino también su capacidad para compartir amor y compasión con aquellos que la rodeaban. Y así, el Sauce se convirtió en mucho más que una simple mezcla de hierbas. Era una manifestación del cuidado y la conexión que Lila compartía con el mundo que la rodeaba.